El 18 de julio de 1936, una parte del Ejército español, se alzó en armas contra la República establecida en España desde el 14 de abril de 1931, pero este alzamiento no triunfó en todo el territorio nacional.
La consecuencia inmediata fue el inicio de una guerra que, a lo largo de tres años (1936-1939), enfrentó a dos bandos militares con fuerte y amplio apoyo civil: el republicano o «rojo» y el franquista o «nacional».