En el clima litúrgico de la venida del Señor, la comunidad se prepara para la Navidad y el inicio de un nuevo año de vida y trabajo. Este periodo invita a reflexionar sobre el crecimiento en la novedad de Cristo y a dar gracias por los dones recibidos, solicitando luz y fuerza para el futuro. El año 1994 será particularmente significativo debido al esperado Sínodo Episcopal sobre la Vida Consagrada, un evento histórico para la Iglesia.